Por la Vida y contra el suicidio
Por más que las cosas se pongan difíciles y la solución de los problemas parezca imposible, ¡no se desespere! Como nos invita el Presidente Predicador de la Religión de Dios, del Cristo y del Espíritu Santo, José de Paiva Netto: Confíe en sí mismo y “¡Resista a la desesperación!” Seguramente, usted ya ha enfrentado otros problemas en su vida y los ha superado.
En este momento, permítase hablar con Dios, el Creador, y encuentre en la oración la fuerza y la sabiduría para luchar y vencer el desánimo, las angustias y las frustraciones, sin pensar jamás en desistir. Esté usted seguro que todas las situaciones son transitorias. Dijo Jesús, el Cristo de Dios: “Todo el que vive y cree en mí, no padecerá eternamente”. (Evangelio, según San Juan, 11:26).
La fuerza imprescindible de la oración
El Padre Celestial, que nos ha dado la Vida, no nos desampara en nuestra jornada. Confíe y Él le ayudará a superar las cuestiones más dolorosas. Escaparse del problema a través del suicidio es un gran error. La Religión del Amor Universal procura aclarar que la muerte no es el fin, como afirmaba su recordado Proclamador, Alziro Zarur (1914-1979): “El suicidio no resuelve las angustias de nadie”.
Cada instante de nuestra vida, incluso en los momentos de mayor dolor y sufrimiento, debe ser visto como una nueva oportunidad para mejorar nuestro destino. Y no tenemos que enfrentar esto solos, porque si entendemos que la muerte no existe, también comprendemos que ¡Jesús vive y que con Él viven muchos Espíritus, Ángeles de Dios, que nos ayudarán a pasar por este desafío!
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