Compañeros valerosos de jornada
Las Iglesias Familiares tienen la misión de cultivar en los hogares los valores sagrados aprendidos en la Religión de Dios, del Cristo y del Espíritu Santo. A través del estudio doctrinario y de las actividades fraternas, los Cristianos del Nuevo Mandamiento de Jesús encuentran equilibrio y sabiduría para sus vidas, sin permitir que las aparentes facilidades del mundo o los desafíos del día a día sean mayores que la fuerza divina que los mantiene unidos y perseverantes en el Ideal de la Buena Voluntad.
El Divino Maestro nos orienta en Su Santo Evangelio, según San Mateo, 6:19 al 21:
“No acumulen ustedes tesoros en la tierra, donde la polilla y el óxido corroen, y donde los ladrones minan y hurtan. Por el contrario, acumulen tesoros en el Cielo, donde ni la polilla ni el óxido corroen, y donde los ladrones no minan ni hurtan. Pues donde esté tu tesoro, allí estará también tu corazón”.
En este pasaje, el Gran Amigo de la Humanidad no quiere decir que las Familias deban sufrir necesidades materiales o abandonar prácticas del día a día para vivir en sintonía con Sus enseñanzas. Lo que Él advierte es que la verdadera riqueza se logra a través de la práctica de las Buenas Obras, a través de la integración en el Amor Fraterno. De esa manera logramos naturalmente todo lo necesario para cumplir nuestra misión en la Tierra. También debemos recordar que nuestra familia, amigos y Hermanos de jornada son tesoros en nuestras vidas. A medida que fortalecemos los lazos de amor y de amistad espiritual con ellos, pueden convertirse en compañeros eternos para contribuir en nuestra jornada evolutiva.
Forme parte de esta gran Familia Fraternista. Solicite una reunión ecuménica online en su hogar. Acceda a: www.ReligiondeDios.org.